Los guardias civiles hablan ya de factor psicológico. El gesto instintivo de levantar el pie al ver la señal del radar ya no se limita sólo a ese tramo de la vía, sino que habría provocado un cambio de hábitos en muchos conductores, que tienden a correr menos por miedo a la multa.
Los balances de siniestralidad así lo reflejan. La red de radares fijos y móviles tejida por la Dirección General de Tráfico (DGT) ha tenido una repercusión directa en las arcas del Estado, en forma de recaudación, pero también en un descenso de los accidentes mortales y en la desaparición de algunos puntos negros históricos de la red viaria malagueña.
EL PSOE CREE QUE LAS MULTAS TIENEN «AFÁN RECAUDATORIO»
El secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, ha anunciado que pedirá explicaciones por «el afán recaudatorio» del Gobierno con las multas de radares en la provincia. Según una respuesta parlamentaria del Ejecutivo a Heredia, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha recaudado un total de 23.958.250 euros en multas de tráfico impuestas a través de radares en las carreteras malagueñas entre noviembre de 2011 y el 21 de octubre de 2014. Málaga es la cuarta provincia española donde más se recauda por este concepto y la segunda andaluza. El Gobierno reconoce que en 2014 ha recaudado 4.097.541,47 euros del cobro de multas por radares en la provincia. Sólo con los dos nuevos radares en la zona de Las Pedrizas, ha ingresado 1.520.000 euros.
El caso más llamativo es el de la carretera de la Costa, la antigua N-340, a su paso por Mijas. La zona del faro de Calaburras ha sido tradicionalmente una de las más conflictivas de la provincia y repetía año tras año en la lista de puntos negros. Sin embargo, la siniestralidad, en términos absolutos, ha descendido considerablemente desde que se redujo el límite de velocidad (ha pasado de 100 a 80 kilómetros por hora) y se activaron los dos radares de tramo (junio de 2013).
Retenciones
Según ha podido saber SUR, los accidentes se han reducido un 90% en la N-340 a la altura del faro de Calaburra. No obstante, la asignatura pendiente de la DGT y del Ministerio de Fomento siguen siendo las kilométricas retenciones que se registran en esa vía cada vez que se produce un siniestro, sobre todo cuando se trata de camiones –los más frecuentes– que bloquean total o parcialmente la carretera.
Algo parecido ha ocurrido con la autovía A-45, donde la DGT ha instalado un radar fijo y dos de tramo –no exentos de polémica– para controlar la siniestralidad. Desde que entraron en funcionamiento, la circulación se ha ralentizado en la bajada de Las Pedrizas –lo que ha motivado las protestas de los alcaldes de la zona y servicios públicos, como las ambulancias–, pero también los accidentes.
El recorrido entre el Alto de Las Pedrizas y la entrada a la capital, en sentido Málaga, estaba considerado el tramo más peligroso de la provincia. Los datos de los anuarios estadísticos de siniestros en las carreteras del Estado, que publica anualmente el Ministerio de Fomento, muestran que en los últimos 15 años dicho recorrido presentaba un elevado balance de accidentalidad: casi cuatro víctimas mortales al año de media y 100 heridos. Desde que se instalaron los radares, el número de fallecidos y heridos se ha reducido drásticamente, según reconoce el personal de conservación y mantenimiento, los agentes de la Guardia Civil y los responsables de la DGT. Así, durante el pasado año sólo se produjo un fallecido, a mediados de noviembre: un hombre de 62 años, tras volcar el camión que conducía.
Otra de las carreteras donde más se ha percibido la bajada de la siniestralidad es la autovía del Mediterráneo a su paso por la capital y el municipio de Rincón de la Victoria. Consultada al respecto, la jefa provincial de Tráfico, Trinidad Hernández, destacó los resultados del radar colocado en la MA-24 (a la altura de la salida de El Palo, en sentido Almería) y en el kilómetro 256 de la A-7, que coincide con la variante de Rincón, en dirección a la capital. En ambos puntos, confirma la responsable provincial de la DGT, los accidentes han descendido «muchísimo» desde que se pusieron en marcha esos dos dispositivos.